Descrição
Una selección de entrevistas concedidas a intelectuales y periodistas a lo largo de la vida del gran poeta palestino Mahmud Darwish. En su madurez, los cincuenta cumplidos, Darwish se declaró poeta troyano: “Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición”. Troya desapareció del mapa, no de la historia. La suya es una poética de la presencia de Palestina contra el poder de los mitos y de los tanques israelíes: “Se llamaba Palestina. Se sigue llamando Palestina”.